Los movimientos sociales del 25 de septiembre en Madrid
Las protestas sociales que han tenido lugar en ,el 25 de septiembre,son un claro reflejo del malestar y deseperación de los ciudadanos ante unas medidas de austeridad y recortes donde las personas parecen no tener cabida en un contexto en el que solo manda el mundo financiero.
Medidas que están conduciendo a países como España a un desastre económico sin salida y sin perspectivas de futuro.En definitiva,un país vendido a políticas europeas de reformas que lejos de invertir en educación, capital humano y una mejora del sistema productivo imponen un conjunto de recortes en salarios,condiciones de trabajo,servicios públicos esenciales, en ayuda a los más desfavorecidos y un largo etc..
En suma, una destrucción del Estado de Bienestar que viene a demostrar que o de la historia no se ha aprendido o no se quiere aprender. Economistas como Stiglitz o Krugmann han alzado la voz de alarma contra estas políticas de austeridad que lo único que van a generar es más pobreza,desigualdades sociales y un estancamiento del crecimiento económico.Como muy bien señala Krugmann “un sufrimiento innecesario”.
En este punto es importante señalar que los movimientos sociales del 25 de septiembre han tenido un impulso pacífico,en contra del gobierno que ha intentado deslegitimar las reacciones de los ciudadanos ante la imposición de unas medidas que lo único que están consiguiendo es la destrucción de un país, dando a entender, que los ciudadnos que expresamos nuestras reivindicaciones somos antipopulistas, atentamos contra Instituciones del Estado y somos antidemocráticos.Nada más lejos de la realidad,los españoles estamos en contra de toda acción política violenta ,lo único por lo que se lucha es por la búsqueda de una justicia social.
¿Es que la legitimidad se basa en conducir a los ciudadanos a una situación de precariedad extrema? Lo que realmente está ocurriendo es un atentado directo contra los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Hablamos de crisis financiera pero, en realidad, deberíamos hablar de una crisis carente de todo valor ético y mora enmascarado bajo el nombre de” crisis financiera”.
Finalmente me gustaría hacer referencia a la filósofa Judith Butler, profesora de la Universidad de Berkeley, recientemente galardonada con el premio Adorno y destacar entre sus múltiples reflexiones la siguiente,que considero muy en consonancia con el mundo actual en el que vivimos: “La lucha debe ser por una vida vivible.Una vida que se pueda vivir”